A continuación veremos dos historias de personas que fueron afectadas por el conflicto.
Primer historia
Lugar: Restrepo-Meta.
Año: 1980
Afectados: Mi primo mi tía y mi prima.
Yo tenía un primo, lastimosamente no lo conocí, mi prima y mi tía sufrieron por ello. Mi primo se lanzó a la alcaldía, ya que Restrepo era un pueblo muy azotado por la guerrilla, él tenía una de las mejores propuestas, la cual era acabar con la guerrilla de dicha zona impartiendo duros castigos si ellos seguían infringiendo la ley, esta propuesta fue muy bien aceptada por los habitantes.
Obviamente esto no era bueno para los guerrilleros, intentaron de todas las maneras posibles acabarlo a él hasta que el fatal día llegó; Él salía de su casa cuando sorpresivamente le dispararon 3 veces en el abdomen y la rodilla, esto lo mató al instante. Al día de hoy no se ha esclarecido quien fue el responsable pero mi tía y mi prima perdieron a su ser más querido, actualmente mi prima es abogada y mi tía que descanse en paz junto a mi primo.
Segunda historia
Lugar: Guaviare.
Afectados: Mi familia.
Pues hace más o menos 15 años atrás nosotros estábamos en el Guaviare, allá vivíamos bien hasta que comenzaron los guerrilleros a llegar y sacar a niños. Habían enfrentamientos entre la policía del pueblo y la guerrilla disparaba, botaban granadas y la casa de nosotros estaba muy cerca de la estación de policía, siempre por la noche los disparos nos despertaban y nos tocaba bajar las escaleras para refugiarnos abajo en el primer piso y como la casa era en tablas corríamos mucho peligro, cada vez que bajábamos eso era como enfrentar la muerte, nos rosaban las balas, era terrible y un día calló una granada frente a nuestra casa, milagrosamente no detonó, si hubiera detonado no estaría contando mi historia hoy en día. Esos tiempos eran terribles, tanta violencia y matanza.
Siempre tocaba ir precavido, muchos niños morían en ese pueblo; un día por la noche volvieron a disparar y una bala atravesó la almohada donde mi hermano y yo dormíamos, casi nos mata, esa noche llegó la guerrilla a la casa de nosotros y nos amenazaron que si no nos íbamos nos mataban, mis padres no sabían que hacer, nos tocaban irnos sin nada de nuestras cosas, fue tan duro pero gracias a Dios estamos bien y ahora todo está mejor que antes, ya podemos hacer nuestra vida sin preocupación y vivimos muy felices donde vivimos.
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